La Diócesis de Ciudad Juárez se unió a la condena y la exigencia de justicia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Compañía de Jesús en México por el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, ocurrido el domingo en Cuxtitali, Chiapas.
Tras expresar “su más enérgica condena” por el sacerdote que durante décadas fungió como un símbolo de resistencia y acompañamiento para las comunidades de Chiapas, defendiendo la dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de la paz, la Iglesia hizo un llamado urgente al Gobierno mexicano para que realice una investigación exhaustiva y transparente.
El padre Marcelo nació en San Andrés Larráinzar, Chiapas, era de origen indígena tzotzil y como sacerdote siempre defendió los derechos de los más vulnerables, por lo que en 2020 denunció públicamente que había sido amenazado, pero continuó con su trabajo hasta que fue asesinado a balazos la mañana del domingo 20 de octubre, después de salir de oficiar una misa.
“Como Iglesia, lamentamos profundamente la pérdida de una vida consagrada al servicio de Dios y del prójimo. Este acto de violencia no sólo afecta a la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, sino que hiere a toda la Iglesia en México y a la sociedad en su conjunto, especialmente en una región que hoy vive situaciones delicadas de violencia y pugna entre grupos del crimen organizado”, expresó.
Piden medidas efectivas
A 28 meses del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, “El Gallo”, y Joaquín César Mora Salazar, “Morita”, en la sierra de Chihuahua, también se pidió que se implementen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los sacerdotes y agentes pastorales que, como el padre Marcelo, dedican su vida al servicio de los más necesitados, especialmente en zonas de alto riesgo.
“Que se redoblen los esfuerzos para combatir la violencia y la impunidad que afligen a la región de Chiapas y a nuestro país en general, que el sacrificio del padre Marcelo Pérez no sea en vano, sino que nos impulse a todos a trabajar con mayor eficacia por la construcción de una sociedad más justa, pacífica y fraterna en Chiapas y en todo el país, fiel al mensaje del Evangelio que él predicó con su vida y su muerte”, pidió el CEM a los gobiernos municipal, estatal y federal.
La Compañía de Jesús dijo rechazar cualquier intento de minimizar el asesinato como un caso aislado.
“El crimen organizado ha sembrado miedo y dolor en diversas regiones del país, y Chiapas no es la excepción. La violencia en esta región refleja un problema estructural que demanda una respuesta integral y urgente del Estado”, denunció.