
La Diócesis de Ciudad Juárez espera que más de 400 mil católicos acudan el próximo 5 de marzo a la imposición de ceniza, con lo que dará inicio el tiempo de Cuaresma, período de reflexión y preparación para la Semana Santa.
Juan Carlos López, vocero de la Diócesis, informó que este tiempo litúrgico es una oportunidad para que los fieles profundicen en su fe y reafirmen su compromiso con los valores cristianos. Explicó que la imposición de ceniza es un signo que recuerda la necesidad de conversión, el reconocimiento de la fragilidad humana y la importancia del arrepentimiento.
“El Miércoles de Ceniza marca el inicio de un tiempo especial en la vida de la Iglesia. La Cuaresma es una invitación a revisar nuestra vida, fortalecer nuestra relación con Dios y comprometernos a vivir de acuerdo con el Evangelio”, expresó López.
Señaló que la Cuaresma tiene tres pilares fundamentales: la oración, la penitencia y la caridad.
Durante estos 40 días, la Iglesia exhorta a los creyentes a intensificar su vida espiritual, reflexionar sobre sus acciones y hacer esfuerzos concretos para vivir con justicia, generosidad y solidaridad.
En el marco del Jubileo de la Esperanza, la Diócesis subraya la importancia de renovar la confianza en Dios y en la posibilidad de alcanzar una vida plena basada en la fe y en el amor al prójimo. También se invita a los católicos a reforzar la práctica de los sacramentos y la participación en la comunidad parroquial.
Según estimaciones de la Diócesis, alrededor del 80% de la población en Ciudad Juárez se identifica como católica, lo que representa aproximadamente un millón de personas. De este total, se prevé que cerca del 40% participe en la imposición de ceniza, lo que equivale a más de 400 mil fieles que acudirán a templos y parroquias en toda la ciudad.
Además de asistir a la imposición de ceniza, la Diócesis anima a los católicos a vivir la Cuaresma con un espíritu de reconciliación, acudiendo al sacramento de la confesión y fortaleciendo su vida de oración. También se promueve la práctica del ayuno y la abstinencia, no sólo como actos de penitencia, sino como un medio para fomentar la sobriedad y el desprendimiento de lo material.
La Diócesis reiteró la invitación a todos los fieles a vivir este tiempo con recogimiento y compromiso, preparándose así para la celebración de la Pascua, la fiesta central del cristianismo que conmemora la resurrección de Cristo.