
“Tesla se ha convertido prácticamente en un símbolo político a nivel mundial”, escribió Daniel Ives, analista de Wedbush Securities, quien ha calificado las acciones del fabricante de automóviles como de compra durante los últimos cuatro años, en un informe a sus clientes el domingo. “Es hora de que Musk dé un paso al frente (en Tesla), lea la situación y lidere en estos tiempos de incertidumbre”.
Ives redujo su precio objetivo para las acciones de Tesla a 315 dólares desde 550 dólares, que había sido el segundo más alto entre los 72 analistas seguidos por Bloomberg.
La mayor preocupación de Ives es la posibilidad de que Tesla se vea envuelta en una reacción negativa contra las políticas arancelarias del presidente estadounidense en China, donde Tesla generó más de una quinta parte de sus ingresos el año pasado. El gobierno del presidente Xi Jinping planea imponer un arancel del 34 por ciento a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos a partir del 10 de abril, equivalente al nivel de los llamados aranceles recíprocos de Trump a los productos chinos.
“Esto impulsará aún más a los consumidores chinos a comprar marcas nacionales como BYD, Nio, Xpeng y otras”, declaró Ives en su nota publicada el domingo. “Estimamos que Tesla ha perdido o destruido al menos el 10 por ciento de su futura base de clientes a nivel mundial debido a problemas de marca propios, y esta podría ser una estimación conservadora”.
Las acciones de Tesla se desplomaron un 15 por ciento en los dos días posteriores al anuncio de Trump de que aplicaría un arancel de al menos el 10 por ciento a las importaciones de todos los países a Estados Unidos, con aranceles aún mayores a unas 60 naciones para compensar los desequilibrios comerciales. La acción ha caído un 50 por ciento desde su máximo histórico alcanzado el 17 de diciembre.