
Una misa para pedir por el eterno descanso del Papa Francisco y recordar su obra en favor de los migrantes se llevó a cabo hoy en la Casa del Migrante.
Al pie de las banderas y de un altar a la Virgen de Guadalupe, ubicado al centro del patio de la Casa del Migrante, el padre Francisco Bueno, director de este albergue expresó durante la ceremonia que como pueblo peregrino, los asistentes pedían a Dios por el alma del pontífice.
Recordó que durante su visita a esta frontera en febrero del 2016 el Papa dijo: no más muerte ni explotación, siempre hay tiempo para el cambio, siempre hay una salida, siempre hay una oportunidad, siempre hay tiempo para implorar la misericordia del Padre.
«El santo padre vino a abrazar ese sufrimiento de miles de hombres mujeres y niños que cruzan fronteras en busca de ayuda nos recordó que todos somos hermanos y que ante la tragedia migratoria no podemos permanecer indiferentes, por eso la iglesia fiel al Evangelio y siguiendo al Papa Francisco ha asumido cuatro verbos fundamentales que hoy proclamamos como camino de vida y de atención a todas las personas en movilidad, acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes», dijo Bueno.
En la homilia el sacerdote recordó que desde su visita a Juárez el Papa visibilizó ante el mundo a la población en movilidad.
«Así también queridos hermanos migrantes, el Señor los llama a cada uno por su nombre, no por un número, ni por su estatus legal, como lo denunciaba el Papa Francisco durante su pontficado, los llama como hijos amados porque Dios camina con su pueblo y no hay camino más humano y más lleno de fe que el del migrante que confía, que se pone en marcha, que no pierde la dignidad a pesar de los obstáculos y que recibe la buena nueva de que el reino de Dios está aquí», dijo el padre Bueno.
Para concluir la misa encomendaron a Santa María el alma del Papa Francisco y de los migrantes fallecidos.