
El ICE informó en un comunicado que el operativo fue parte de una investigación activa y se ejecutaron “múltiples órdenes de allanamiento”.
Al menos 30 trabajadores fueron detenidos el jueves por la mañana durante un operativo migratorio en un sitio de construcción cerca de la Universidad Estatal de Florida, encabezado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), con apoyo de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP).
Los agentes federales irrumpieron en la obra de varios edificios de apartamentos y comenzaron a interrogar a los trabajadores. Familiares y colegas observaron la escena con angustia. Los detenidos fueron esposados con bridas y subidos a un autobús blanco con ventanas enrejadas, a la espera de ser trasladados a una instalación federal no revelada.
“Nos tratan como criminales”, dijo Gerónimo, un trabajador mexicano, a través de la ventana del autobús a un reportero del Miami Herald. “Ni modo”, agregó, lamentando la falta de reconocimiento al trabajo que realizan. “Ahora vamos a devolver esa energía a nuestro país”.
ICE informó en un comunicado que el operativo fue parte de una investigación activa y se ejecutaron “múltiples órdenes de allanamiento” en la región. No está claro si todos los trabajadores fueron identificados con anterioridad por las autoridades.
Faustino Macedo, padre de cinco hijos y esposo de una ciudadana estadounidense, estaba entre los detenidos. Su esposa, Amanda Parrish, afirmó que Macedo no tiene antecedentes penales y que estaba en proceso de obtener la residencia legal. “Esto es lo que esperaba que no pasara”, dijo entre lágrimas. “No son solo inmigrantes. Tienen familias. Son familia”.
Lila Muñoz, de 22 años, esperaba junto a su madre noticias de su padre y su tío, ambos empleados en la obra. Su padre también fue detenido. “Me duele que las familias tengan que hablar de esto con sus hijos”, dijo, recordando una conversación reciente que sus padres tuvieron para prepararla ante una redada.
“Nunca había hecho nada ilegal. Simplemente trabaja duro todos los días para mantener a su familia”.
El operativo es parte de la creciente colaboración entre la administración del presidente Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para intensificar la aplicación de leyes migratorias a nivel estatal. Desde enero, decenas de redadas han sido coordinadas con agencias locales en Florida.