
La reciente orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que exige a los choferes de carga dominar el idioma inglés para poder circular por las carreteras estadounidenses, ha generado reacciones divididas entre transportistas y operadores en la frontera.
Rosendo Carlos, chofer fronterizo que cruza frecuentemente entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, considera que esta medida, aunque representa un reto, también puede ser una oportunidad de crecimiento.
“En parte beneficia porque obliga a los operadores a prepararse más. Vas a un país donde se requiere hablar inglés. A veces repetimos las mismas rutas, pero hablar el idioma puede marcar una diferencia”, expresó.
El requisito, que entrará en vigor el próximo 25 de junio, obligará a los conductores a comunicarse de forma entendible en inglés con las autoridades estadounidenses. De no cumplir con la norma, podrían enfrentar sanciones o incluso quedar inhabilitados para operar.
Jorge Puga Ochoa, vicepresidente de la Coalición de Transportistas de Ciudad Juárez, aseguró que esta no es una exigencia nueva.
“El inglés siempre ha sido necesario para el cruce internacional. No se exige que sean bilingües, pero sí que comprendan instrucciones y puedan responder”, explicó.
Puga también resaltó que esta disposición podría traducirse en un avance para el gremio, al impulsar la profesionalización de los operadores. Se estima que alrededor del 70% de los más de 85,000 choferes mexicanos no dominan el inglés, lo cual podría afectar el flujo comercial si no se adaptan a esta nueva normativa.