
La Cuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos protege el derecho a la propiedad, lo cual implica que tus bienes están resguardados y no pueden ser tomados sin un debido proceso legal.
Esto es una salvaguarda importante para aquellos que, por circunstancias migratorias, se ven forzados a abandonar el país.
A pesar de que los bienes no son confiscados, la deportación impone desafíos significativos en la administración de los mismos.