Tal como el escultor toca, se adentra y moldea la piedra con su cincel, con base en una rígida disciplina y alta exigencia hacia sus pupilos, por 46 intensos años, con silbato y cronómetro en mano, el entrenador juarense Carlos Sifuentes ha formado y forjado a numerosas generaciones de atletas en pista y campo -primordialmente-, voleibol y basquetbol y a ciudadanos de bien, a través de la práctica del deporte.
A finales de la década de los 70, al inicio de su camino en la docencia y enseñanza de la Educación Física en las secundarias particulares Remington, Academia Gregg, Luis Urías, Instituto Teresa de Ávila y el Colegio Internacional, el coach jamás olvidó el consejo que le dieron sus colegas José Salomé Ledezma (+) y ‘Ramiritos’, mismo que le indicó el camino a seguir para lograr el éxito: “sal del montón”.
Hoy, tras un largo, productivo y satisfactorio camino recorrido como mentor de niños y jóvenes, ‘Sifu’, como las personas cercanas a él le llaman de cariño, está a una semana de ingresar al Salón de la Fama del Deportista Juarense y convertirse en ‘inmortal’, hecho que le emociona sobremanera.
“Creo que es algo grande, grandísimo, porque el tener ese honor te dice que has hecho las cosas bien o más o menos, pero ya la gente ya vio que mi trabajo tenía un beneficio que es el Salón de la Fama”, manifestó.
El entrenador de 71 años, de estatura media, voz grave y con don de mando, quien desde hace un par de décadas ha hecho del Estadio 20 de Noviembre su ‘segunda casa’ y, a partir del 2016, está ahí mañana y tarde, recordó que fue en el Instituto Teresa de Ávila donde inició en 1982 en el atletismo.
Ahí, encontró alumnos a quienes les vio mucho potencial debido a que estaban ‘bien comidos’.
Dados los triunfos obtenidos por el ITA en la pista, mismos que generaron la inquietud y la curiosidad en la gente del gobierno que se cuestionaba cómo era posible que una escuela particular ganara, Sifuentes ingresó a la Secundaria Estatal 12 con plaza como profesor de Educación Física.
En aquella época, Zaragoza era un llano, únicamente existía la escuela y nada más, recordó.
“Ahí comenzamos a trabajar con los muchachos y ‘todo mundo’, cuando veníamos aquí a Juárez decían: ‘ya llegaron los inditos y los inditos les ganaban’”, destacó.
Integrante por veinte años del Cuerpo de Árbitros de Baloncesto y, en un tiempo, preparador físico de Alberto Morín, árbitro asistente con gafete FIFA, exaltado al SFDJ en 2021, el ‘profe Sifuentes’ resaltó que por necesidad económica su labor se expandió a la empresa maquiladora donde desarrolló voleibol, al igual que en las escuelas particulares.
“Ha sido una labor que siempre me ha gustado, no me puedo quejar y hubo personas -Ledezma y ‘Ramiritos’- que me dijeron: nunca te quedes con el montón, si tú quieres ser maestro de Educación Física bueno, sal del montón y eso se me quedó. Eso me motivó a prepararme, a buscar cursos, diplomados, para estar al día porque en el deporte tienes que estar al día”, subrayó.